SAVIA DE ABEDUL (Sève de bouleau)
Qué es
La savia de
abedul se recoge en primavera practicando agujeros en el tronco de un árbol e
insertando un pequeño tubo para el drenaje de los vasos de recogida situados en
el suelo. En el calendario celta de los árboles, el abedul era el emblema del
renacimiento primaveral del sol, después de la aparente muerte invernal. Desde la
antigüedad, la blancura de la corteza simbolizada la purificación y sugería sus
propiedades terapéuticas. Los haces de abedul llevados por los lictores romanos
tenían el poder de hacer puro el aire delante de los magistrados y aludían a la
flagelación con varas de abedul, capaz de ahuyentar el mal de los culpables. En
época medieval las varas de abedul se usaban para clamar el delirio y castigar
a los delincuentes.
Cómo actúa
Las numerosas
propiedades terapéuticas de la savia de abedul se celebraron repetidamente en
la antigüedad. Mattioli, médico sienés del siglo XVI, afirma que “el abedul
elimina las manchas del rostro y embellece el cutis”. Leclerc propone usarlo
como remedio principal en el tratamiento de la celulitis por sus propiedades
depurativas y diuréticas, pues favorece la eliminación de urea, ácido úrico y
otros desechos. Estas propiedades se deben sobre todo a un heteróxido
triterpénico: la betulina.
Cómo se usa
- Curas desintoxicantes o de cambio de estación
(principio de primavera y otoño).
- Celulitis.
Cómo se usa
Se recomienda
ingerir la savia de abedul (Sève de bouleau) 1 DH, 50 gotas, una vez al día,
con un poco de agua, durante 20 días al mes, al menos 3 meses seguidos. Es oportuno
repetir el tratamiento al principio de la primavera y el otoño.
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