EXTREMIDADES FRÍAS
Una gran parte de la población, especialmente las
mujeres y la gente mayor, siente frío en las extremidades, sobre todo en las
manos y en los pies, aun con una temperatura ambiental normal. Generalmente
este frío viene determinado por una mala circulación, y se acentúa después de
las comidas y por la noche, estirados en la cama.
¿Qué y por qué?
El frío en los brazos, manos y especialmente piernas
y pies, es consecuencia de una deficiente circulación periférica y la
exposición al frío. Aunque en general sean sólo un recuerdo del pasado, de vez
en cuando aparecen sabañones, unas molestas hinchazones enrojecidas que se relacionan
directamente con la mala alimentación.
¿Qué comer y beber?
ALIMENTOS
- Ricos
en vitamina C, para mejorar la
circulación: naranja, limón, pomelo, fresas, kiwi, mango, casis, verduras
de hoja verde (preferentemente crudas), perejil, pimiento, tomate o
patata.
- Ricos en
vitamina E, para estimular y fortalecer los capilares: pipas de girasol,
germen de trigo, almendras, avellanas, piñones, aceite de girasol, brécol,
boniato, aguacate y cereales integrales.
- El ajo
y el jengibre estimulan la circulación.
BEBIDAS E INFUSIONES
- Las infusiones
de jengibre calientan el organismo.
Actividades cotidianas
- Realizar
ejercicio regularmente para activar la circulación: caminar, nadar, subir
y bajar escaleras o montar en bicicleta.
- Evitar
el frio vistiendo ropa de abrigo, holgada para no entorpecer la
circulación sanguínea.
- Frotarse
vigorosamente las zonas afectadas con una toalla o una esponja natural. Después
darse un baño de agua caliente durante tres minutos, y a continuación otro
de agua fría durante un minuto. Repetir la operación otras dos veces.
- Controlar
el peso, ya que el sobrepeso afecta negativamente a la circulación.
- No estar
demasiado rato inmóvil o sentado.
¿Qué reducir o evitar?
- Eliminar
las grasas saturadas y los alimentos grasos, ya que dificultan la
circulación: embutidos, patés, mantequilla, fritos y fritangas
- Suprimir
los alimentos ricos en colesterol: yema de huevo, carnes grasas,
pastelería industrial, cremas diversas o lácteos grasos.
Suplementos fitoterapéuticos
Cápsulas de hamamelis y de ortosifón, si la mala
circulación es debida al sobrepeso.